lunes, 22 de septiembre de 2008

La parte de delante de las personas






El retrato; el espejo, la máscara.

Un retrato no sólo representa una figura humana o la de su apócope visual esencial, que es el rostro, sino que debe hacerlo de una manera mínimamente realista.. No se puede hacer un retrato "abstracto" aunque su autor lo llame así y, en efecto, deje una indeclinable huella personal a través de un simple gesto o mancha.
(...) Si el retrato tradicional trataba de exorcizar la muerte, el moderno es un regodearse, no sólo en la carne mortal, sino en todo lo aleatorio, fungible y precario de nuestra identidad.

Extracto de un artículo de
F. Calvo Serraller
aparecido en el periódico "El País"


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